sábado, 29 de noviembre de 2008

Batallas que adaptar II: Batalla de Varsovia (1920)





La batalla de Varsovia comenzó con un enfrentamiento en las afueras de la ciudad. En los momentos dramáticos, los rusos lograron romper la línea de defensa de los polacos. Los soldados polacos, al costo de grandes pérdidas, mantuvieron su línea de defensa, separando al ejército contrario de sus posiciones. El 16 de agosto, durante la batalla en las afueras de la capital de Polonia, el ejército polaco emprendió la contraofensiva y rompió las fuerzas soviéticas, sorprendiendo al enemigo, y en el transcurso de un día se desplazó 45 kilómetros hacia el norte. El mariscal Tuchaczewski cometió un error muy grave, porque alargó demasiado un corredor que comunicaba con las fuerzas generales del este. En consecuencia, se rompió el Frente del Oeste. El mariscal J. Pilsudski, aprovechando el hueco, en una maniobra riesgosa llevó allí las divisiones del ejército polaco. El alarmado ejército soviético empezó a retroceder y terminó emprendiendo la fuga. Así empezó la contraofensiva general del ejército polaco.









Defensas polacas cerca de Milosna

El 25 de agosto de 1920, las divisiones armadas polacas llegaron a la frontera rusa, terminando con esto las acciones de persecución a los asustados soldados soviéticos. La batalla de Varsovia tuvo un gran y sorprendente final. Los planes operativos del mariscal M. Tuchaczewski, basados en el convencimiento de la facilidad de toda la operación, resultaron errados.

La batalla por Varsovia se convirtió en el punto de giro de toda la historia de la guerra polaco-bolchevique. De no ser por «el milagro sobre el Vístula» el 16 de Agosto de 1920, llamado por los polacos popularmente "la victoria", las fuerzas bolcheviques probablemente habrían llegado a Alemania y después al occidente de Europa. Las tropas Polacas al mando del Mariscal Pilsudski en inferioridad numérica derrotan al Ejército Rojo entre los ríos Vístula y Bugy. La victoria en la batalla de Varsovia –por si fuera poco, lograda con fuerzas de una sola nación– fue sin lugar a dudas decisiva para la historia y la conformación de la actual Europa y, en efecto, del mundo.

La guerra polaco-bolchevique fue excepcional, no solamente teniendo en cuenta el ímpetu de las operaciones militares y la particularidad de las acciones sobre enormes superficies, sino también por su elocuencia política.

Vale la pena recordar además, que el conocido difusor de historias de guerras y hechos militares Simon Goodough, en la edición de 1979 del libro Tactical Genius in Battle, calificó el ingenio de Józef Pilsudski, demostrado en la batalla de Varsovia, como digno de resaltar dentro del círculo de los 27 triunfadores en las grandes batallas del mundo, junto a Temístocles, Alejandro Magno, Julio César, Gustavo Adolfo, Luis II de Borbón y otros grandes líderes.






Josef Pilsudski


El triunfo polaco en 1920, sin lugar a dudas, salvó del comunismo a Hungría, la República Checa, Alemania y los países de la costa báltica. El comandante del ejército soviético, mariscal Michail Tuchaszewski, haciendo alusión a la oportunidad perdida por la desaparecida Rusia soviética, escribió: "No cabe la menor duda de que, si hubiéramos triunfado sobre el Vístula, la revolución se habría encendido en todo el continente europeo".









Michail Tuchaczewski


No obstante, el mayor significado lo tuvo la victoria polaca para los pequeños países del Báltico, de no haber sido por la victoria polaca en 1920, Lituania habría vivido veinte años más de ocupación rusa y «rusificación».

La derrota sufrida por el Ejército Rojo en la guerra contra Polonia también significó mucho para el desarrollo interno de la Rusia soviética, influyendo decididamente en la renuncia de los dirigentes soviéticos al destructivo sistema del «comunismo de guerra» y forzándolos a introducir la "Nueva Política Económica", que resultó ser mucho más flexible.

Hasta hoy, a los historiadores les da qué pensar la postura de los países de Europa del Oeste hacia la guerra de 1920. El fantasma del comunismo se sentía en toda Europa mientras casi todos los aliados ni siquiera lo notaban. La entente condicionaba su ayuda a la república de Polonia con la demarcación de la frontera del este en la línea de Curzon. Para Polonia era una decisión injusta, pero en ese momento de peligro tuvo que aceptarla. Los ingleses no entendían que los bolcheviques no querían resolver el conflicto con Polonia sino invadir toda Europa. Los únicos que entendían la situación eran los franceses y los húngaros. Estos últimos, a pesar de su buena voluntad, resultaron imposibilitados por los checos, afectados por la doctrina bolchevique. Los checos contaban con aprovechar los territorios de la debilitada Alemania. Casi desconocido es el papel de los pilotos norteamericanos en las actividades de guerra de 1920. Se sabe que doce aviones de caza desmovilizados en Francia después de la Primera Guerra Mundial formaron el escuadrón "Tadeusz Kosciuszko", héroe nacional polaco. Muchos de ellos murieron enfrentándose en el Frente del Este.

Para concluir y hablando de pérdidas, por parte de Polonia fueron cerca de 10 mil muertos y 20 mil heridos. En cautiverio quedaron más de 60 mil soldados rusos.

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